Ocho vinos frescos para beber bajo el sol

El verano nos tiene reservado aún varios días de calor. Para combatirlo, nada mejor que descorchar un rico vino refrescante bajo la sombra de un arbol, al borde del mar o de la pileta. Y más aún si tenés que soportarlo en la gran ciudad. En esta nota, una selección de ocho etiquetas ideales para bajarle unos grados al termómetro interior.

Antonio Mas Single Vineyard Chardonnay 2016 / $170

Comenzamos con un exquisito Chardonnay, de esos bien frescos y ligeros, nada empalagosos. Bien moderno y chic, demuestra nuevamente lo vanguardista que puede ser un enólogo con tanta trayectoria como Antonio Mas a la hora de elaborar vinos con uvas de un terroir capaz de expresar esa frescura. Y es que Antonio es uno de los mayores expertos de la Argentina a la hora de elaborar vinos blancos. Un dato no menor para quienes amamos beber vinos durante todo el año y en diversas situaciones de consumo, a muchas de las cuales les queda mejor un blanco que un tinto.

Éste ejemplar tiene un perfil fresco y frutado, mostrando una elegante intensidad tan propia de los vinos jóvenes del nuevo mundo. Con un peso moderado en boca, lleva con orgullo la atractiva acidez propia de la región, definiendo un perfil que fluye con inteligencia entre la tradición y la modernidad. La línea se completa con un Malbec y un Cabernet Sauvignon, los que también están geniales cuando de beber tintos se trata.

Casarena 505 Sauvignon Blanc 2016 / $109

Es un vino siempre canchero, tanto por su nombre como por su tapa a rosca, la bodega que lo elabora y su perfil bien vibrante, propio de la cepa. Y a un precio imbatible, que ofrece muchisimo más de lo que cuesta. Sus uvas provienen de viñedos propios ubicados en Agrelo y Perdriel, terroir que le aporta algo más de volumen en boca, notas cítricas como el pomelo y un dejo levemente tropical como el mango.

Es muy fresco, de acidez bien presente pero equilibrada. Y forma parte de los vinos jóvenes y descontracturados, de una bodega que acostumbra a recorrer éste camino, sin resignar calidad. Desde la cosecha 2016, los vinifica Mariano Quiroga Adamo, quien viene de pasar, exitosamente, muchos años al frente de la salteña El Porvenir de Cafayate.

Luigi Bosca Rosé is a Rosé is a Rosé 2016 / $300

Inspirado en los rosados franceses de La Provence, es un auténtico splash de frescura en la boca. Bautizado en homenaje al aforismo “Rosa es una Rosa es una Rosa”, escrito por Gertrude Stein en 1913 como parte de su poema “Sacred Emily”, deja un recuerdo imborrable, comenzando por su hermosa botella.

Al beberlo se siente enseguida la frescura y luego una sucesión de capas de sabores donde mandan las frutas cítricas como el limón, y rojas como la frutilla. Toques de jengibre y especias dulces como la canela, lo terminan de completar. Fue elaborado a partir de uvas Pinot Gris y Syrah, toda una innovación para los rosados locales, que suelen tener al Malbec como protagonista.

Susana Balbo Signature “Rosé del Valle de Uco” 2016 / $572

Otro rosado que vá por el camino que mas nos gusta, en éste caso elaborado por la genial Susana Balbo, Edy del Pópolo y equipo, a partir de uvas del Valle de Uco. Pura delicadeza femenina, enamora desde su botella y conquista al hundirse en la copa. Y si bien no es habitual que un rosado llegue a cotizar estas cifras, cada gota lo vale.

En sus aromas se perciben flores, cítricos y frutos rojos, en perfecto equilibrio, los que se repiten en boca. Tiene la elegancia del Pinot Noir y esa lejana dulzura del Malbec, que redondean un ejemplar perfecto, donde Argentina demuestra lo que es capaz de ofrecer en materia de rosados cuando se lo propone

Domaine Bousquet Gaia White Blend 2016 / $249

Forma parte de los blends de uvas blancas que comenzaron a aparecer con más fuerza en el mercado local en los últimos dos años. Y es interesante justamente por eso: combina los perfiles de aromas, sabores, acidez y estructura de diferentes cepas, para lograr un complemento que es más que la suma de las partes. Se trata en éste caso de una lograda alquimia donde manda el Chardonnay, con un 50%, sumado a un 35% de Pinot Gris y una puntita final de Sauvignon Blanc, con el 15% de la mezcla. Todas uvas orgánicas, provenientes de viñedos propios ubicados en el Alto Gualtallary, Tupungato, en el Valle de Uco.

El Chardo llena la boca con su volumen, tapizando la lengua con sus notas tropicales, principalmente ananá fresco. El Pinot Gris, por su lado, suma complejidad, con notas de durazno blanco y trazos minerales propios del terroir. Y finalmente, el Sauvingon Blanc aporta toda su capacidad refrescante, basada en su fantástica acidez natural, donde predominan notas cítricas y herbales. El arte del assemblage de sus dueños franceses hace el resto. Una bomba de sabor y refrescancia.

Trapiche Medalla Chardonnay 2015 / $350

El primer ejemplar de esta línea se presentó en 1983, cuando hablar de vinos argentinos de alta gama era toda una rareza. Pasaron 36 años desde entonces y los Medalla siguen siendo uno de los grandes referentes de vinos de calidad en la Argentina. Pero a la línea le faltaba un vino blanco, y el mismo acaba de nacer: su cosecha 2015 ya se consigue en el mercado.

Fue elaborado por el genial enólogo Daniel Pi, con uvas provenientes de viñedos propios ubicados en Gualtallary, en el Valle de Uco. De allí se explica su profunda frescura, sus efluvios florales y esa acidez tan propia del terroir. Un 3% de Viognier en la mezcla también hicieron lo suyo. Su fermentación en barricas de roble le aportó volumen y amplitud de boca, pero sin volverlo pesado o demasiado mantecoso. Lo justo como para que entregue toda su delicadeza y se ubique diplomaticamente a medio camino entre lo clásico y lo moderno, reflejo de su propia historia. Quedará genial con pastas rellenas salseadas a base de crema, mollejas grilladas o cualquier variedad de risotto.

Gran Lurton Blanco 2015 / $350

Otro gran vino blanco, elaborado esta vez a base de una cepa que brilla en el norte de Italia y triunfa en las grandes metrópolis del mundo: el Tockaij Friulano. Al mismo se suman un 15% de Viognier y un 5% de Sauvingon Blanc, para conformar un logrado white blend de una casa productora que se especializa en la elaboración de vinos blancos, desde los de perfil fresco y frutado (como sus geniales Vuelá) hasta los de alta gama como el que elegimos para esta nota.

Fue elaborado a la manera del Friuli y criado sobre borras finas en barricas de roble, para obtener un vino elegante, con una joven complejidad y mucha frescura. A la cabeza del proyecto se encuentra Francois Lurton, un winemaker de origen francés, con mucho peso en el negocio del vino, quien a su vez es propietario de la bodega mendocina antaño conocida por su apellido y luego rebautizada Piedra Negra, su nombre actual. En la enología brilla Thibault Lepoutre.

Chakana 140 Caracteres Torrontés 2016 / $115

No podía faltar un Torrontés en la lista. Cepa blanca aromática por naturaleza y refrescante por estilo, su gran momento es el verano. Elegimos un ejemplar muy canchero de Bodega Chakana, bautizado en formato tuitero. La línea la integran también un Malbec, un Cabernet Sauvignon y un Malbec Rosé, todos ellos tan resfrecantes y veraniegos como el varietal elegido.

Si bien la bodega elabora todos sus vinos a base de uvas nacidas en las zonas más favorecidas de Mendoza, en éste caso las mismas provienen del terroir que mejor le sienta al Torrontés: Cafayate, Salta. “La idea del nombre y del packaging es proponer una etiqueta

Fuente: http://www.glamout.com/notas/12209-ocho-vinos-frescos-para-beber-bajo-el-sol

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